Casi la mitad del gasto por este concepto se destina a personas de ingresos medios y altos.
La moratoria previsional, que permite jubilarse a personas que no reúnen los aportes suficientes para hacerlo, nació con la intención de beneficiar a la población de ingresos más bajos, generalmente los más afectados por el desempleo o el empleo en negro durante muchos años. Sin embargo, el sistema benefició también en gran medida a quienes tienen ingresos medios y altos. Según un trabajo de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), unos 800.000 jubilados a través de la moratoria previsional están en la mitad superior de la población medida por la distribución del ingreso.
Las jubilaciones por moratoria, dispuestas por la ley 25.994, sancionada a fines de 2004, son aquellas que se otorgan a las personas que están en edad de jubilarse pero no completaron sus años de aportes o, directamente, nunca hicieron aportes.
“La incorporación masiva al sistema previsional de personas en edad de jubilarse que, presumiblemente por el desempleo y la precariedad laboral, no habían podido hacerlo parece focalizada en los sectores de menores ingresos, precisamente los más afectados por la baja calidad en el mercado de trabajo”, dice el estudio de SEL Consultores.
Sin embargo, el mismo documento estima que los beneficiarios de la jubilación por moratoria que pertenecen a la mitad más rica de la población recibirán este año alrededor de 24.000 millones de pesos, es decir, casi la mitad de los $ 53.000 millones aprobados en el presupuesto de 2012 para el pago de ese tipo de prestaciones, monto que equivale al 10% del gasto público o al 2,5% del PBI.
Composición demográfica.
¿Por qué una porción tan grande de los fondos destinados a la jubilación por moratoria termina en manos de personas que no forman parte de los sectores más vulnerables de la población?
Según SEL Consultores, las explicaciones posibles son dos. La primera es que, dado que el “acceso a la moratoria no ha estado condicionado al nivel socio-económico [como sí ocurre con la Asignación Universal por Hijo], la mayor información debe haber influido para que personas de clase media alta hayan solicitado el beneficio”.
La segunda razón, más determinante, se refiere a aspectos de la composición demográfica de la Argentina. Los cálculos de la consultora estiman que en el quintil de hogares de más bajos ingresos apenas el 4,6% de la población son personas en edad de jubilarse, mientras que en los quintiles 4 y 5 (los de más altos ingresos) su participación sube a 18,6% y 17,8%, respectivamente.
Estas particularidades demográficas hicieron que sólo el 11,4% de las personas que accedieron a una jubilación gracias a la implementación de la moratoria correspondieran al quintil de más bajos ingresos. Al contrario, alrededor de una tercera parte de las personas que empezaron a recibir una jubilación gracias a esa ley corresponde a los dos quintiles de más altos ingresos. Otra cuarta parte corresponde al tercer quintil, es decir, a los jubilados de clase media.
Para Ernesto Kritz, director ejecutivo de SEL Consultores, estos resultados se deben a que, al momento de diseñar la política, no se tomó en cuenta el perfil demográfico de la Argentina.
Kritz cree que será muy difícil reparar las ineficiencias causadas por estas medidas, pues no se les puede retirar la jubilación por moratoria a las personas que ahora reciben ese beneficio, pese a que no pertenezcan a los sectores más vulnerables.
“A futuro -dice Kritz-, el Estado debería identificar, al momento de elaborar el presupuesto, cuáles son los sectores socioeconómicos que deben recibir aumentos diferenciados. Pero una segregación de este tipo tampoco será fácil.”
$ 24.000 Millones
Es el monto que recibirán este año jubilados por moratoria de ingresos medios y altos. El monto total será de $ 53.000 millones.
La moratoria previsional, que permite jubilarse a personas que no reúnen los aportes suficientes para hacerlo, nació con la intención de beneficiar a la población de ingresos más bajos, generalmente los más afectados por el desempleo o el empleo en negro durante muchos años. Sin embargo, el sistema benefició también en gran medida a quienes tienen ingresos medios y altos. Según un trabajo de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), unos 800.000 jubilados a través de la moratoria previsional están en la mitad superior de la población medida por la distribución del ingreso.
Las jubilaciones por moratoria, dispuestas por la ley 25.994, sancionada a fines de 2004, son aquellas que se otorgan a las personas que están en edad de jubilarse pero no completaron sus años de aportes o, directamente, nunca hicieron aportes.
“La incorporación masiva al sistema previsional de personas en edad de jubilarse que, presumiblemente por el desempleo y la precariedad laboral, no habían podido hacerlo parece focalizada en los sectores de menores ingresos, precisamente los más afectados por la baja calidad en el mercado de trabajo”, dice el estudio de SEL Consultores.
Sin embargo, el mismo documento estima que los beneficiarios de la jubilación por moratoria que pertenecen a la mitad más rica de la población recibirán este año alrededor de 24.000 millones de pesos, es decir, casi la mitad de los $ 53.000 millones aprobados en el presupuesto de 2012 para el pago de ese tipo de prestaciones, monto que equivale al 10% del gasto público o al 2,5% del PBI.
Composición demográfica.
¿Por qué una porción tan grande de los fondos destinados a la jubilación por moratoria termina en manos de personas que no forman parte de los sectores más vulnerables de la población?
Según SEL Consultores, las explicaciones posibles son dos. La primera es que, dado que el “acceso a la moratoria no ha estado condicionado al nivel socio-económico [como sí ocurre con la Asignación Universal por Hijo], la mayor información debe haber influido para que personas de clase media alta hayan solicitado el beneficio”.
Estas particularidades demográficas hicieron que sólo el 11,4% de las personas que accedieron a una jubilación gracias a la implementación de la moratoria correspondieran al quintil de más bajos ingresos. Al contrario, alrededor de una tercera parte de las personas que empezaron a recibir una jubilación gracias a esa ley corresponde a los dos quintiles de más altos ingresos. Otra cuarta parte corresponde al tercer quintil, es decir, a los jubilados de clase media.
Para Ernesto Kritz, director ejecutivo de SEL Consultores, estos resultados se deben a que, al momento de diseñar la política, no se tomó en cuenta el perfil demográfico de la Argentina.
Kritz cree que será muy difícil reparar las ineficiencias causadas por estas medidas, pues no se les puede retirar la jubilación por moratoria a las personas que ahora reciben ese beneficio, pese a que no pertenezcan a los sectores más vulnerables.
“A futuro -dice Kritz-, el Estado debería identificar, al momento de elaborar el presupuesto, cuáles son los sectores socioeconómicos que deben recibir aumentos diferenciados. Pero una segregación de este tipo tampoco será fácil.”
$ 24.000 Millones
Es el monto que recibirán este año jubilados por moratoria de ingresos medios y altos. El monto total será de $ 53.000 millones.
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