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Mostrando entradas de agosto, 2025

El chocolate de Bariloche

Leyendo el blog de un amigo entré en un post donde hablaba sobre el chocolate. Hice un comentario y caí en la cuenta que sabía bastante sobre el tema y que además tenía fotografías de mi último viaje a Bariloche, así que pensé ¿por qué no escribir sobre esto? y aquí estoy sentado frente a mi notebook. Veamos si les gusta. Cuenta una leyenda azteca que Quetzalcóatl, dios del viento, regaló a los toltecas una planta que había robado a su hermano, el hijo del Sol. Los dioses guardaban el secreto celosamente, porque de ella obtenían una bebida tan exquisita que sólo estaba destinada al beneplácito propio y no de los mortales. 2000 años más tarde Hernán Cortés a quien los aztecas consideraban una divinidad, recibió el secreto de esa bebida considerada energizante, prontamente la planta llegó a Europa donde le fue agregado azúcar y luego de utilizarse como bebida apareció la pasta de cacao y el chocolate, posteriormente se difundió hacia todo el mundo. La Argentina lo adoptó tempraname...

Los dueños de la Patagonia.

Aunque la frase suena provocadora, se refiere comúnmente a Luciano Benetton , el empresario italiano fundador del Grupo Benetton, quien es considerado el mayor propietario privado de tierras en la Patagonia argentina. Luciano Benetton y su imperio territorial Entre 1991 y 1997, Benetton adquirió aproximadamente 900.000 hectáreas en el sur argentino. Estas tierras están distribuidas en Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz , y son administradas por la empresa Compañía de Tierras del Sud Argentino . Su propiedad equivale a unas 40 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires . Otros magnates con tierras en la Patagonia Además de Benetton, otros extranjeros poseen grandes extensiones: Joe Lewis (Reino Unido): dueño de tierras alrededor del Lago Escondido. Ted Turner (EE.UU.): fundador de CNN. George Soros , Sylvester Stallone , y empresarios ligados a Nestlé y Pepsico también figuran en la lista ...

Hotel Correntoso (1a parte)

Enero en Buenos Aires puede ser una tortura para cualquiera, la mezcla de calor y humedad elevan la temperatura más allá de los niveles razonables del estío porteño. Pero nada le importa a Primo Modesto Capraro ese 9 de enero de 1905. Este inmigrante italiano, constructor y aventurero estaba a punto de finalizar con toda felicidad una etapa de su vida, para comenzar otra plena de proyectos e ideas de progreso en su querida tierra, el lote de 652 ha. que adquirió a orillas del río Correntoso en la lejana Patagonia, cerca del pueblo de San Carlos(*). Pero la historia que finaliza este día con su casamiento con Rosa Maier, también es una novela digna de contarse. La conoció 5 años antes en la ciudad de Todtmoos en Alemania, cuando estaba de paso haciendo un mantenimiento en el sanatorio Wiennerwald, ella era una muy joven enfermera y se enamoró perdidamente. Pero sus planes estaban en marcha, en poco tiempo viajaría con destino a México a hacer “la américa” en unas minas de oro...

Fernando de Magallanes y el descubrimiento del estrecho que lleva su nombre.

Cinco largos meses han pasado desde que el almirante de la flota, Fernando de Magallanes, decidiera invernar en la bahía a la que el mismo bautizó como San Julián. Por fin el frío invierno cede y las cinco naves con la Trinidad al frente y capitaneada por el mismo, parten hacia el sur, en busca del ansiado paso hacia el Océano Pacífico. Detrás quedaron dos motines y con ellos varios ejecutados por traición y dos librados a su suerte por su condición de veedor del rey uno y por religioso el otro, ellos son Juan de Cartagena y el sacerdote Pedro Sánchez de Reina. A mediados de octubre un fuerte temporal arrastra a la flota hacia el Sur y por designios de la fortuna descubren una amplia entrada que suponen un estuario. Anclan tres naves en una saliente a la que bautizan Cabo de las Once Mil Vírgenes y Magallanes envía a la San Antonio y a la Concepción a adentrarse en el estuario y explorar el paso pero con la estricta orden de regresar en cinco días. Luego de algunos días las nav...