Casi siempre en las estadísticas "positivas" (salvo en el fútbol) toda Latinoamérica ocupa posiciones de retaguardia. Y Argentina no es, obviamente, la excepción.
Cuando los mismos datos se refieren a hechos "negativos" ocupamos los primeros lugares.
Estadísticas, casi siempre, elaboradas por agencias -privadas o gubernamentales- del mal llamado Primer Mundo o Mundo Desarrollado.
Es todo verdad o son creaciones mediáticas?
Un poco y un poco. Es verdad que muchos gobiernos latinoamericanos han contribuido no poco a crear esta idea con políticas neoliberales, conservadoras y anacrónicas que han puesto en peligro la sustentabilidad de la sociedad como tal.
Pero también es cierto que la sociedad de “papel pintado” que nos querían hacer ver no era real.
Los índices "positivos".
Estos índices han tenido siempre como objetivo principal el de incrementar la brecha existente entre EE UU y Europa por una parte, con el resto del mundo por la otra.
Si nos referimos a pobreza por ejemplo siempre los mayores índices corresponden a América Latina acompañando a Africa y algunos países asiáticos.
Si el hastag (para hablar en términos de obras sociales) es la desocupación también el mercado hispano hablante ocupa un lugar de privilegio.
Del tema inflación mejor no hablar. Los índices latinoamericanos han alcanzado a través de las distintas épocas niveles difíciles de superar.
Los índices"negativos".
Si el tema a encuestar es la productividad difícilmente podamos comparar los niveles de eficiencia europeos, de los EE UU o Japón por solo citar los ejemplos más notorios con los de Amérrica Latina. Ahí vamos al fondo de la tabla de clasificación.
En temas económicos la situación es similar. Países cercanos al default o en default, deudas públicas más que abultadas, aparato estatal sobredimensionado.
Los índices del Coronavirus.
Si hay un sector en el cuál todos los índices favorecen a Latinoamérica es la propagación de COVID-19 llamado popularmente Coronavirus.
La mejor asistencia, la menor cantidad de casos de personas infectadas detectadas, la menor cantidad de muertes está en Latinoamérica.
Según las estadísticas del único portal reconocido oficialmente a nivel mundial como portavoz de toda la pandemia, la Johns Hopkins University(https://coronavirus.jhu.edu/map.html), los primeros 10 países por número de contagios y muertes son: China, Italia, Irán, España, Alemania, EE. UU, Francia, Corea del Sud, Suiza y el Reino Unido.
Los países más poderosos de Europa, quellos que han instrumentalizado por años políticas económico-sanitarias de neto corte liberal han sido los más golpeados. Aquellos países que normalmente tomábamos como ejemplos. Y en los cuales la realidad del Coronavirus muestra su verdadera cara: hospitales insuficientes, enfermos sin atender, prioridades en la atención de los enfermos, cárceles saturadas y sin ningún tipo de control.
Si excluímos a China por obvias razones y a Irán (un país en el cuál no han siquiera ni siquiera suspendidas las congregaciones de fieles en las mosqueas) tendríamos que agregar a la lista de los más contagiados otros dos pases eurpeos: Austria y Holanda. Siguiendo en orden de importancia por infecciones detectadas tenemos a Bélgica, Noruega, Suecia, Dinamarca. Pocos países europeos escapan a esta constante.
Pandemia y políticas sanitarias.
Señal que las políticas sanitarias (generalmente privatizadas en el llamado Primer Mundo y estatizadas en los Países en Desarrollo) no eran tan negativas al final de cuentas.
O señal también que las políticas neoliberales llevadas a cabo por tantos gobiernos en Latinoamérica, especialmente en Brasil y Chile, vean hoy al país carioca como el primer país sudamericano de esta "lista negra" ocupando el puesto 24 y al país trasandino en el puesto 40.
El resto de los países latinoamericanos se encarrilan atrás del puesto 50. No está para nada mal.
Indice de que, tratar de optimizar los beneficios en el sector de la sanidad no es bueno para la población. El dinero gastado en sanidad y educación es dinero bien gastado. No, obviamente, los excesos.
Privatizar la sanidad y la educación significa reducir la globalidad de las prestaciones a solo un sector de la sociedad.
Ese sector que hoy en Europa tiene acceso a las primeras curas. Mientras el resto se desespera en su indigencia. O trata de volver a sus países de origen. Donde sabe que será asistido.
Es siempre que la dispersión geográfica juega a favor de Latinoamérica donde la concentración de la población es notoriamente inferior a Europa, por ejemplo. Pero poder contar con las estructuras sanitarias adecuadas, en cantidad y calidad, ayuda mucho para prevenir.
Una pandemia? Si. Pero también para estos casos tiene que estar preparada la sanidad pública.
En definitiva, por una vez en la vida, al menos, estemos contentos de ser los últimos de la tabla.
Totalmente de acuerdo. Las políticas integrativas son las únicas que pueden hacer frente a esta crisis de la pandemia.
ResponderEliminarLos llamados gobiernos liberales o neoliberales (yo prefiero llamarlos conservadores) han actuado una política de destrucción del aparato sanitario estatal a través de las privatizaciones que se manfiesta en toda su crudeza en momentos como los actuales.
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