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Mostrando entradas de abril, 2011

La leyenda del tererè, bebida tradicional de amplio consumo en el nordeste argentino.

Cuando los guaraníes vivían en las reducciones jesuíticas, y en las haciendas de los españoles, por mucho tiempo fueron obligados a internarse en las profundas selvas y trae las ramas de un árbol que ellos llamaban ka´a. Algunos serán devorados por las fieras salvajes, otros morían de ser o hambre. Un grupo fue enviado de la reducción santísima Trinidad como de 10.000 m para traer la apreciada y hierba, que los terratenientes que religiosos vendían en toda la ciudad del Río de la Plata y Perú, y en esos tiempos ya lo llamaban “el oro verde” pues miles de personas lo consumían día a día como un té. Entre este grupo de nativos encontraba Guasu´i a quien le gustaba cazar serpientes y llevaba siempre en sus viajes flechas hechas de takuára, pues para él eran los más filosos. Recurrieron un largo trayecto, no sin antes cruzarse con otras tribus salvajes, y lo peor no había ni un arroyo y por mucho tiempo azotaba una gran sequía, a esa región. Ya cansados y sin esperanzas, después de t

Con un ritual majestuoso y emotivo, Wayra volvió a volar en los Andes salteños.

Se convirtió en el cóndor 100 liberado por la Fundación Bioandina en Sudamérica. Hace un año, lo habían hallado herido. Otros cuatro cóndores fueron espontáneamente a recibirlo y coronaron los festejos de los pueblos originarios en los Valles Calchaquíes. "El cóndor y la naturaleza nos enseñan. Fijate que ahora el agua nos retrasa. Pero, así, vamos a llegar arriba más cerca del mediodía, cuando, por las temperaturas, las corrientes son mejores para que Wayra pueda volar". Luis Jácome, biólogo y director del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino, no está preocupado por apurar la ceremonia que en Cafayate (Salta), en los Valles Calchaquíes, marcará la liberación del cóndor número 100 que lleva a cabo en Sudamérica la Fundación Bioandina. Wayra, que en quechua quiere decir viento, es un cóndor subadulto (de unos seis años, estas aves son completamente adultas a los 12 y viven algo más de 70) que volvió a las montañas tras casi nueve meses de recuperación en el Zoológico de