Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Costumbres

Una tradición marcada a fuego

Se celebra a fines de junio en la ciudad santafecina de Cayastá. En ese lugar, donde la historia se abre paso, se recrea la práctica ancestral de la marca del ganado con lazo y hierro candente, tal como lo hicieron los primeros colonos cinco siglos atrás. El hombre, conocedor del campo y sus secretos, aferrando el lazo con su mano diestra sigue con mirada atenta al animal. A pocos metros un terneno, que se ve acorralado, intenta escapar a la carrera. Pero el pialador actúa rápido. No da tregua. En segundos el lazo inmoviliza las patas delanteras del animal y los hábiles movimientos de los brazos de dos gauchos lo hacen caer. En el suelo, antes de ser atado, unas patadas al aire son los últimos intentos de resistencia. Luego llegará el hierro caliente y la marca de la yerra, señal de que el combate ha terminado. El animal ya lleva el nombre de su dueño. Esta práctica campera de hace varios siglos tiene en la ciudad de Cayastá, provincia de Santa Fe, su homenaje. Allí, ochenta

Música y poesía del Paraná.

Alegrías, nostalgias y sobretodo ritmo en la música que inspira el río a los habitantes de sus orillas. "Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del océano..." Así comienzan los notables versos de Manuel de Labardén, publicados en el primer número del primer periódico de Buenos Aires, "El Telegrafo Mercantil", el 1 de abril de 1801. A partir de entonces, el Paraná ha inspirado muchas y bellas composiciones poéticas; también un ritmo y hasta un estilo de música muy particular. Es que para quienes viven en las orillas, el río suele ser todo. Velmiro Ayala Gauna, uno más en la legión de los escritores injustamente olvidados, describe bellamente esa relación entre el habitante costero y las aguas del Paraná: "El hombre tuvo el rumor del río como canción de cuna; de niño jugó con él y, ya mozo, aprendió a extraer de los seres que vivían en su interior o en sus márgenes los medios para su sustento. (...) El río está unido a su vida de manera ind

Una tradición marcada a fuego

Esta práctica campera de hace varios siglos tiene en la ciudad de Cayastá, provincia de Santa Fe, su homenaje. Allí, ochenta kilómetros al norte de la actual capital santafesina se festeja hacia fines de junio la Fiesta de la primera yerra, espectáculo que recrea la primera marca del ganado vacuno que llegó a la zona pampeana y ribereña de la mano de Juan de Garay, en 1576. "Garay vino desde Santiago del Estero y tras su paso por Córdoba arribó con su expedición hasta Cayastá donde levantó la primer capital santafecina. Trajo consigo vacas castellanas, caballos y ovejas. Fue la primer fundación que tuvo un fin colonizador diferente", cuenta Ricardo Kaufmann, presidente de la Asociación Conmemorativa de la primera yerra, organizadora de la fiesta. El propósito de Garay no era ya el de la búsqueda de oro y plata lo que había impulsado a sus antecesores- sino el de afincarse en la tierra y crear una cultura ganadera y agrícola. La fiesta se realiza en el sector de los cor

El arte de soñar.

El sueño es una presencia permanente en las culturas originarias de América: es presagio, explicación de fenómenos misteriosos, revelación divina, es medicina, canal de mensajes y es la vida misma que continúa en otro plano. Los sueños son considerados por las comunidades indígenas como una fuente de poder espiritual, que el hombre puede utilizar para adquirir conocimientos y sabiduría Los toltecas, antecesores de los aztecas, habían desarrollado una gran variedad de disciplinas. Se los consideraba los inventores de la medicina y los primeros médicos herbolarios; fueron los grandes "conocedores de las piedras", dominaron todos los oficios y las artes, y también ellos inventaron el arte de interpretar los sueños. Los aztecas del valle de México continuaron con esta tradición y son muchísimos los ejemplos que los cronistas nos relatan acerca del tratamiento dado a los sueños. Es en vísperas de la llegada de los conquistadores españoles, cuando un conjunto de oscuros

Para sacarse el sombrero.

Una fábrica de sombreros centenaria. Desde afuera: paredes altas, ganadas por el tiempo y la humedad, con amplios ventanales a la usanza de la época, y una majestuosa chimenea de ladrillo que se eleva sobre el edificio. Desde adentro: casi el silencio, ni se escuchan los ecos de esas voces que se levantaban entre los ruidos de las máquinas, unidas en una línea de producción por interminables poleas y engranajes. Eran doscientos cincuenta empleados, y era una de las fábrica más importantes de sombreros de Latinoamérica, orgullo del país y de su barrio. Fundada en 1903, en el Dique Uno de Ensenada, provincia de Buenos Aires, la antigua fábrica de sombreros BIC, y su prestigiosa tradición en la confección de sombreros, comenzó a revivir el primero de enero de 2003 de la mano de Raúl Bogetti, fabricante exclusivo de sombreros y gorras de Cardón. El oficio y la pasión de Bogetti, pusieron en marcha nuevamente el trabajo artesanal, acompañado ahora al ritmo de las mismas máquinas ce

La gastronomía y el folklore argentino.

Ají de Chicha. Noroeste Alimento que se prepara con caldo, panza, ají y papa. Alcuco. Central y noroeste Se prepara con trigo pisado y sin cuticula, hervido con agua y sal, a los que se agrega cebolla, zapallo, trocitos de carne de cabrito y se termina condimentando con azafrán, refrito de grasa y ají. Alfajor. Golosina que consta de dos pequeñas piezas de masa más o menos circulares, unidas entre sí con diferentes tipos de dulces. Alfeñiques. Pampeana Postre formado por esferas de un almíbar espeso con jugo de limón o anís o menta. Aloja. Cerveza de la algarroba blanca. Se muelen las vainas y ponen a fermentar con agua en un noque (lagarcillo de cuero) o bilqui (tinaja grande cortada por la mitad). Para acortar la operación suele ponerse como levadura un poco de concho o heces de aloja hecha. A las pocas horas resulta una bebida fresca y agradable, pasadas las cuales adquiere un gusto fuerte y nauseabundo y un olor a orines

Como armar tu recorrido para visitar la ciudad de Buenos Aires: 1a parte.

En Buenos Aires se pueden realizar una innumerable cantidad de actividades para todos los gustos. Durante el día puede visitar museos, lugares históricos, caminar por la Avenida de Mayo, tomar una visita guiada o simplemente tomar un café en un bar sobre la Avenida 9 de Julio. A la noche puede ver espectáculos de Tango en San Telmo, cenar en una típica parrillada o ir a un pub a ver a bandas de rock o jazz. Aunque salga de compras, al teatro, o a ver un espectáculo nocturno; seguramente será algo que nunca olvidará. 1 Hotel Alvear 2 Iglesia San Ignacio 3 Colegio Nacional de Buenos Aires 4 Solar natal de Borges 5 Facultad de Filosofía y Letras 6 Farmacia La Estrella 7 Recoleta 8 Biblioteca Municipal Miguel Cané 9 Ex sede de la Biblioteca Nacional 10 Calle Museo Caminito 11 Palacio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires 12 Puerto Madero 13 Planetario Galileo Galilei 14 Av. Corrientes 15 Palermo Viejo 16 Hipódromo Argentino de Palermo 17 Paseo del Retiro