Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Monumentos históricos

Como empezar a conocer la ciudad de Buenos Aires.

En la costa del Río de la Plata –tan ancho que muchos viajeros lo confunden con el mar–, Buenos Aires tiene un clima templado y muchos días de sol por año. El paisaje natural de la región, verde y húmedo, puede gozarse en los parques, en las afueras o en la gigantesca Reserva Ecológica que se encuentra a sólo cinco minutos del Centro de la ciudad. Pero muchos turistas vienen a Buenos Aires por otro paisaje. La ciudad –con tres millones de habitantes– tiene 48 barrios para recorrer. En cada uno hay bares , plazas, canchas de fútbol y otros deportes , templos, milongas y teatros, pero las zonas más visitadas, por turistas nacionales y extranjeros, son el Abasto, Puerto Madero, San Telmo, Recoleta, Palermo, La Boca, las avenidas del Centro, como Corrientes. Buenos Aires es uno de los polos culturales del continente. La ciudad está considerada la cuarta en importancia en el teatro mundial y tiene más salas que Nueva York. Los museos porteños, tradicionales o modernos, son famosos.

El Palacio Fuentes, más que un edificio un símbolo de la ciudad de Rosario.

El Palacio Fuentes es un edificio emblemático de la ciudad de Rosario, Argentina. Está ubicado en la intersección de las calles Santa Fe y Sarmiento, frente al Bar El Cairo, otro ícono de la ciudad. La construcción del edificio fue comisionada por Juan Fuentes Echeverría, inmigrante español, al arquitecto Juan B. Durand. La construcción propiamente dicha estuvo a cargo del constructor Enrique Ferrarese de la firma Ferrarese Hnos. y Cia.. Las labores se llevaron a cabo durante los años 1922 y 1927. Resaltan en su fachada lujosos detalles tales como su puerta de bronce electrolítico, construida en Grecia y sus farolas externas de bronce cobrizo que iluminaban ambas calles. Juan Fuentes Echeverría fue un inmigrante español nacido en 1852. En sus inicio se desempeñó lavando copas y como empleado de un hotel. Posteriormente comenzó a introducirse en los negocios agrícola ganadero, muy prósperos por aquellos tiempos, aprovechando la bonanza económica y el estratégico punto

El Cabildo de Buenos Aires, entre ayer y hoy.

El Cabildo de Buenos Aires es un edificio público que se utilizaba como recinto de las autoridades virreinales. Fue la unidad de administración política, judicial y económica de España hasta 1822. Desde 1608 hasta 1940 ha sufrido diversas modificaciones estructurales. Se encuentra emplazado frente a la Plaza de Mayo. El 3 de marzo de 1608 y ante la ausencia de un edificio propio, el alcalde Manuel de Frías propuso la necesidad de construir un cabildo. Este se financiaría por medio de nuevos impuestos a las naves que entraban y salían del puerto de Buenos Aires. Su construcción finalizó hacia 1610, aunque al poco tiempo comenzaron varias remodelaciones a su forma original que terminarían después de 200 años. En 1612 concluyeron las obras de las Casas del Cabildo, que incluían un solar y locales que luego se alquilarían. Después de dos años, y debido a la cantidad de presos alojados, el Cabildo resulto chico, con lo cual las reuniones de autoridades se realizaron en la casa del gober

Enorme y variado es el octavo país más grande del mundo con una geografía tan exhuberante como generosa.

Enorme y variado. Así es este país que nació a la vida independiente hace doscientos años y se gestó tras sucesivas influencias étnicas y culturales. A sus pobladores autóctonos -cuyos orígenes datan de hace 15 milenios- se sumaron, paulatinamente, los colonos europeos, quienes arribaron a sus costas en el siglo XVI con afán expedicionario primero y con determinación residente después. Hasta bien entrado el siglo XX, esta nación ha sido receptora de extranjeros, que por un motivo o por otro acabaron echando sus raíces en un suelo al que, ante todo, vislumbraron como fértil. Y lo era. En sus casi tres millones de kilómetros cuadrados, el octavo país más grande del mundo supo ser el nuevo hogar de españoles, italianos, alemanes, judíos e ingleses, que lograron convivir y acrisolarse en una geografía tan exhuberante como generosa. Igual que su sociedad. Muchas han sido -y son- las caras de este país, polifacético donde los haya, con el perfil esculpido a golpe de cincel cosmopolita. Pero