El abanico polìtico de la enorme deuda Latinoamericana y la minoría opulenta determinan el control de nuestras vidas.
El mismo dilema aparece al otro lado del abanico político. El principal especialista en América Latina del entonces presidente Cárter, Robert Pastor, se encuentraba lejos de esta visión pacífica. Explicaba en un interesante libro porqué la administración Cárter tuvo que apoyar al asesino y corrupto régimen de Somoza hasta su amargo final, cuando hasta las estructuras tradicionales de poder giraron la espalda al dictador. EE UU (la administración Cárter) tuvo que intentar mantener la guardia nacional que había formado y entrenado y que estaba atacando a su población "con una brutalidad que una nación ormalmente reserva para sus enemigos", escribe. Todo esto se hizo aplicando el principio TINA. He aquí la razón: "EEUU no quería controlar Nicaragua u otros países de la re-gión, pero tampoco quería desenlaces que escaparan a su control. Quería que Nicaragua actuara independientemente, excepto (el énfasis es suyo) si esto afectaba adversamente a los intereses de EE UU".