Los 5 mejores lugares para hacer rafting en Argentina son: el Cañón del río Juramento, en Salta; el Cañón del río Atuel, en las afueras de San Rafael, Mendoza; el río Aluminé, en Neuquén; el río Manso, en Bariloche y el río Corcovado, en Chubut.
El rafting es un deporte de equipo, donde todos los tripulantes de la balsa reman y orientan su peso de manera coordinada para recorrer los rápidos de los ríos y mantenerse a flote.
El número estándar de personas que sube a una barca es de seis a ocho tripulantes según su tamaño.
En el rafting el grado de dificultad se lo clasifica según los ríos, que varían de 1 a 6 grados, siendo 1 el más fácil y el 6 sólo para expertos, ya que son absolutamente peligrosos y se encuentran en el límite de los criterios de navegabilidad.
1- En el corazón de la provincia de Mendoza y a unos mil kilómetros de Buenos Aires, la ciudad de San Rafael sorprende con lugares mágicos como el Cañón del Atuel, ideal para actividades náuticas y de montaña. Un destino que ofrece además gran actividad nocturna y cultural, para combinar descanso, diversión y entretenimiento para toda la familia.
Este río permite navegaciones durante todo el año, sin embargo, de noviembre a marzo son los meses de mayor caudal.
El nivel de dificultad varía de II a III, y ello genera alternativas aptas para todo público.
Hay diversas empresas prestadoras de servicio que ofrecen esta excursión con distintos tipos de recorridos. El más corto es de seis kilómetros, hay uno intermedio de 10 y el más largo es de 16, con tiempos estimados entre una y dos horas.
Los valores rondan entre U$S 12 y U$S 20, más el traslado. El precio incluye la charla informativa, los elementos de seguridad y los equipos de apoyo externo.
2- En la región de los Valles Calchaquíes y a unos 65 kilómetros de la ciudad Capital de Salta, se encuentra el Embalse General Belgrano, conocido popularmente como dique de Cabra Corral. Un atractivo espejo de agua, que además de funcionar como área de recreación y deporte, cumple un rol vital para el riego de miles de hectáreas fértiles de la región. Se realizan actividades de trekking, escalada, mountain bike, cabalgatas, bungee jumping y pesca. Pero, el imperdible de la zona es las bajada de rafting por el río Juramento, con dificultad de hasta grado III.
Durante la travesía de aventura se avistan también atractivas formaciones rocosas, algas fósiles y numerosos nidos de cóndores que se esconden en los paredones del cañón. La excursión que combina rafting y canopy entre los árboles cuesta alrededor de U$S 73.
Otro de los circuitos incluye observación de huellas de dinosaurios y otros atractivos naturales, así como la degustación de asados criollos desde U$S 43 más U$S 20 del traslado.
3- Al norte de la provincia de Neuquén, uno de los destinos en pleno auge es Villa Pehuenia, con actividades deportivas, culturales y de aventura. Entre sus atractivos se encuentran las bajadas de rafting sobre el río Aluminé, un brazo caudaloso que nace en el bosque andino patagónico y llega hasta la estepa con tramos rápidos de entre II y IV grados.
Los expertos eligen el tramo superior del río para hacer las bajadas, mientras que las familias y recién iniciados disfrutan de remar río abajo en la zona de Abra Ancha, donde la dificultad llega a grado II, y permite la navegación durante todo el año.
En este tramo inferior, los viajeros avistan también el Cañadón Curva del Ciprés, con enormes paredes de un lado y playas de arena en la otra orilla.
Durante febrero de cada año allí se realizan un Campeonato de Rafting para Turistas, en categorías individual y grupo familiar o amigos. Además, en el tramo superior del río se desarrollan otras competencias nacionales.
4- El cuarto destino imperdible para disfrutar de las bajadas de rafting es Bariloche, recientemente declarada Capital Nacional del Turismo de Aventura. Es allí donde se encuentra uno de los ríos más desafiantes para la práctica de este deporte: el Manso, un brazo de deshielo que cruza casi por completo el Parque Nacional Nahuel Huapi.
El río Manso tiene la particularidad de dividirse en tres: el tramo superior, medio e inferior, cada uno de ellos con diversos grados de dificultad. El recorrido que va hacia la frontera con Chile se recomienda para deportistas y un público más especializado, ya que el río forma rápidos de clase II combinados con torrentes de clase IV.
La travesía apta para todo público es la que transita el tramo inferior del Manso, que nace en el Lago Steffen. El itinerario incluye una visita a la laguna Huala-Hue y el lago San Martín, así como el avistaje de cohies, cipreses, maitenes y arrayanes, y aves como el martín pescador y las bandurrias.
5- Finalmente, la última propuesta imperdible para la práctica de rafting en Argentina la constituye la ciudad de Corcovado, muy cerca de Trevelin, en la provincia de Chubut. Este destino patagónico se distingue por la calidad de su pesca en los lagos Guacho, Falso y Vintter. La villa de montaña se sitúa a escasos kilómetros de la frontera con Chile y atrae principalmente al turismo por sus ríos y arroyos.
En este último destino el río Corcovado Alto es conocido como la cuna del rafting en la zona, y se caracteriza por albergar rápidos de entre II y III grados de dificultad.
Este brazo desagua en el océano Pacífico y permite el avistaje de bandurrias, patos y biguás, así como zorros y liebres europeas. También es un río de deshielo, y por esta razón en el mes de noviembre registra su mayor caudal.
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