El Parque Nacional Iguazú es un área protegida de la Argentina creada en 1934 con el objetivo de conservar el entorno y la biodiversidad de las Cataratas del Iguazú, las que resultaron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».
Se ubica íntegramente en el departamento Iguazú, bordeando el río Iguazú en el extremo norte de la provincia de Misiones; cuenta con una superficie de 67 620 ha, lindando con la ciudad de Puerto Iguazú; su límite oriental se encuentra a 17 km de la ciudad de Andresito. Es atravesada por 2 rutas nacionales: la 12 y la 101.
En la margen brasileña se encuentra el parque nacional do Iguaçu, formando junto al parque nacional argentino un área protegida de más de 2.500 km², a los que se suman otras reservas contiguas como Puerto Península.
La superficie de este parque nacional se subdivide en dos áreas de manejo: parque nacional con 59 945 ha, y el área protegida con recursos manejados con 7675 ha. El decreto N.° 2149/90 del 10 de octubre de 1990 designó a la totalidad de la primera área como reserva natural estricta.1 El 24 de marzo de 1994 el decreto N.° 453/1994 creó la «reserva natural silvestre Iguazú» al dividir el área de la reserva natural estricta.2
La región altoparanaense, en la cual se encuentra el parque nacional Iguazú, muestra signos de habitación por parte del hombre que se remontan a más de 10 000 años. Se estima que alrededor del año 1000 DC los guaraníes, provenientes del norte, irrumpieron en la región y desplazaron a los nativos de lengua yê que vivían allí en ese entonces.
En el momento de la llegada de los españoles al lugar, en el siglo XVI, los guaraníes estaban ampliando su territorio. Estos nativos se caracterizaban entre otras cosas por sus diversos cultivos.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer europeo que llegó a las cataratas, en 1542, bautizándolas como «Saltos de Santa María». Hacia 1609, se establecieron en la región las primeras misiones jesuíticas guaraníes, las cuales permanecieron en el lugar durante más de 150 años. La principal de las reducciones o ciudades misionales fue «Santa María del Iguazú», de soberanía española. Su emplazamiento es prácticamente el mismo que el de la actualmente ciudad brasileña de Foz do Iguaçu.
A fines del siglo XIX llegó la primera expedición turística al lugar. Entre sus integrantes se contaba Victoria Aguirre, quien donó los fondos con los cuales se empezó a construir el acceso que va desde Puerto Iguazú (llamado a inicios del siglo XX «Puerto Aguirre») hasta las cataratas.
En 1902, el Ministerio del Interior de Argentina encargó a Carlos Thays un relevamiento detallado de las cataratas, el cual se tomó como base posteriormente para la ley de creación del parque nacional.
Las cataratas del Iguazú están formadas por 275 saltos de hasta 80 m de altura de los cuales el 80% están del lado argentino, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: la garganta del Diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos. Por este salto pasa la frontera entre ambos países.
El 11 de noviembre de 2011 las cataratas del Iguazú resultaron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».3 El concurso comenzó a mediados del año 2007, por la fundación de origen suizo New7Wonder, contó con la participación de mil millones de votos.4 En dicho anuncio se advirtió que lo eran de carácter provisional; finalmente, el 22 de febrero de 2012, esa fundación confirmó que las cataratas pasaron a ser oficialmente consideradas una de las «Siete maravillas naturales del mundo».
Recursos naturales.
Las cataratas se encuentran sobre el río Iguazú, que tiene una longitud total de 1230 km hasta su desembocadura en el río Paraná. Dicha confluencia se encuentra a 23 km aguas abajo de las cataratas.
Si bien el río tiene un ancho que suele estar entre los 500 m y los 1000 m a lo largo de todo su recorrido, en la zona del Parque Nacional se ensancha hasta alcanzar los 1500 m.
Flora.
Tanto sobre las márgenes del río como en las numerosas islas del delta que se forma, crecen varias especies de árboles que se caracterizan por su requerimiento de humedad: el curupay, el laurel blanco, el mbarayú o cedro paranaense, el aguay, y el ceibo (cuya flor es la Flor Nacional de Argentina) son algunas de ellas.
En su conjunto, la flora arbórea del parque nacional Iguazú está compuesta por más de 90 especies, siendo características del lugar las comunidades de palmito y palo rosa o perobá. Este último es un árbol que puede alcanzar hasta 40 m de altura, y a cuya sombra crecen los palmitos, palmeras cuyos troncos terminan en un cogollo comestible. Hay gran variedad de algunas plantas que viven en un ecosistema húmedo. También pueden encontrarse distintos tipos de climas.
Fauna.
Entre las principales especies de aves que habitan en el lugar, debe citarse los vencejos de cascada, que vuelan atravesando los intersticios de las columnas de agua para posarse sobre la pared rocosa, donde generalmente anidan.
En el sector de las pasarelas no es extraño encontrar coatíes y ejemplares del tucán grande, una de las 5 especies de tucanes que viven en el parque. También se destaca el águila harpía.
En las partes soleadas de los senderos, y especialmente hacia el mediodía, se pueden apreciar ejemplares de lagartijas, trepando troncos y piedras.
Entre las especies en peligro de extinción que ampara el parque, deben citarse el yaguareté, el tapir, el ocelote, el yaguarundí, el oso hormiguero grande, el tamandúa, las águilas selváticas, y el yacaré overo.
Se ubica íntegramente en el departamento Iguazú, bordeando el río Iguazú en el extremo norte de la provincia de Misiones; cuenta con una superficie de 67 620 ha, lindando con la ciudad de Puerto Iguazú; su límite oriental se encuentra a 17 km de la ciudad de Andresito. Es atravesada por 2 rutas nacionales: la 12 y la 101.
En la margen brasileña se encuentra el parque nacional do Iguaçu, formando junto al parque nacional argentino un área protegida de más de 2.500 km², a los que se suman otras reservas contiguas como Puerto Península.
La superficie de este parque nacional se subdivide en dos áreas de manejo: parque nacional con 59 945 ha, y el área protegida con recursos manejados con 7675 ha. El decreto N.° 2149/90 del 10 de octubre de 1990 designó a la totalidad de la primera área como reserva natural estricta.1 El 24 de marzo de 1994 el decreto N.° 453/1994 creó la «reserva natural silvestre Iguazú» al dividir el área de la reserva natural estricta.2
La región altoparanaense, en la cual se encuentra el parque nacional Iguazú, muestra signos de habitación por parte del hombre que se remontan a más de 10 000 años. Se estima que alrededor del año 1000 DC los guaraníes, provenientes del norte, irrumpieron en la región y desplazaron a los nativos de lengua yê que vivían allí en ese entonces.
En el momento de la llegada de los españoles al lugar, en el siglo XVI, los guaraníes estaban ampliando su territorio. Estos nativos se caracterizaban entre otras cosas por sus diversos cultivos.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue el primer europeo que llegó a las cataratas, en 1542, bautizándolas como «Saltos de Santa María». Hacia 1609, se establecieron en la región las primeras misiones jesuíticas guaraníes, las cuales permanecieron en el lugar durante más de 150 años. La principal de las reducciones o ciudades misionales fue «Santa María del Iguazú», de soberanía española. Su emplazamiento es prácticamente el mismo que el de la actualmente ciudad brasileña de Foz do Iguaçu.
A fines del siglo XIX llegó la primera expedición turística al lugar. Entre sus integrantes se contaba Victoria Aguirre, quien donó los fondos con los cuales se empezó a construir el acceso que va desde Puerto Iguazú (llamado a inicios del siglo XX «Puerto Aguirre») hasta las cataratas.
En 1902, el Ministerio del Interior de Argentina encargó a Carlos Thays un relevamiento detallado de las cataratas, el cual se tomó como base posteriormente para la ley de creación del parque nacional.
Las cataratas del Iguazú están formadas por 275 saltos de hasta 80 m de altura de los cuales el 80% están del lado argentino, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: la garganta del Diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos. Por este salto pasa la frontera entre ambos países.
El 11 de noviembre de 2011 las cataratas del Iguazú resultaron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».3 El concurso comenzó a mediados del año 2007, por la fundación de origen suizo New7Wonder, contó con la participación de mil millones de votos.4 En dicho anuncio se advirtió que lo eran de carácter provisional; finalmente, el 22 de febrero de 2012, esa fundación confirmó que las cataratas pasaron a ser oficialmente consideradas una de las «Siete maravillas naturales del mundo».
Recursos naturales.
Las cataratas se encuentran sobre el río Iguazú, que tiene una longitud total de 1230 km hasta su desembocadura en el río Paraná. Dicha confluencia se encuentra a 23 km aguas abajo de las cataratas.
Si bien el río tiene un ancho que suele estar entre los 500 m y los 1000 m a lo largo de todo su recorrido, en la zona del Parque Nacional se ensancha hasta alcanzar los 1500 m.
Flora.
Tanto sobre las márgenes del río como en las numerosas islas del delta que se forma, crecen varias especies de árboles que se caracterizan por su requerimiento de humedad: el curupay, el laurel blanco, el mbarayú o cedro paranaense, el aguay, y el ceibo (cuya flor es la Flor Nacional de Argentina) son algunas de ellas.
En su conjunto, la flora arbórea del parque nacional Iguazú está compuesta por más de 90 especies, siendo características del lugar las comunidades de palmito y palo rosa o perobá. Este último es un árbol que puede alcanzar hasta 40 m de altura, y a cuya sombra crecen los palmitos, palmeras cuyos troncos terminan en un cogollo comestible. Hay gran variedad de algunas plantas que viven en un ecosistema húmedo. También pueden encontrarse distintos tipos de climas.
Fauna.
Entre las principales especies de aves que habitan en el lugar, debe citarse los vencejos de cascada, que vuelan atravesando los intersticios de las columnas de agua para posarse sobre la pared rocosa, donde generalmente anidan.
En el sector de las pasarelas no es extraño encontrar coatíes y ejemplares del tucán grande, una de las 5 especies de tucanes que viven en el parque. También se destaca el águila harpía.
En las partes soleadas de los senderos, y especialmente hacia el mediodía, se pueden apreciar ejemplares de lagartijas, trepando troncos y piedras.
Entre las especies en peligro de extinción que ampara el parque, deben citarse el yaguareté, el tapir, el ocelote, el yaguarundí, el oso hormiguero grande, el tamandúa, las águilas selváticas, y el yacaré overo.
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Hola!! gracias por toda la info que subiste, con respecto a alojamiento, tenes alguna recomendación? me recomendaron el hotel Saint George tenes alguna opinon? gracias
ResponderEliminarNo hago recensiones comerciales pero pienso que en TripAdvisor encontraràs algo de seguro. Saludos.
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