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De la estafa electoral a la estafa energética: la "seguridad energética" como indicador clave.

La política energética del macrismo y, con ella, la estafa del tarifazo, se fundamenta en una "crisis energética" heredada, provocada por el populismo desde la asunción de Néstor Kirchner hasta el 9 de diciembre de 2015.

Con la finalidad de contrarrestar la visión mercadista de la energía imperante en la Argentina, el Observatorio OETEC viene convocando, desde su nacimiento en diciembre del 2013, a expertos locales y extranjeros identificados con aquellas definiciones y acciones que colocan a la energía como un factor esencial para el desenvolvimiento, la realización y el bienestar del ser humano; que, asimismo, la colocan como herramienta insustituible para alcanzar un desarrollo económico autosuficiente, moderno y diversificado.
La política energética del macrismo y la estafa del tarifazo.

 La "seguridad energética" como indicador clave.


En este sentido y desde su iniciativa denominada "Laboratorio en Seguridad Energética" (LabSE), lanzada en diciembre de 2013, OETEC avanza en la reelaboración de definiciones, conceptos e indicadores que permitan medir la salud del sector energético nacional en función de la seguridad jurídica de la ciudadanía y de los intereses de una nación que aspira ser otra cosa que un eterno proveedor de materias primas, satélite de naciones foráneas.



La política energética del macrismo y, con ella, la estafa del tarifazo.


Entre los primeros hallazgos del LabSE, identificamos que lo más avanzado del campo científico y académico a nivel mundial en materia energética viene desarrollando desde hace mucho tiempo un concepto medular y que aquí en la Argentina brilla por su ausencia. Se trata del concepto de "seguridad energética", el indicador excluyente a la hora de diagnosticar la situación energética de cualquier nación.

Es así pues que un país se define como "energéticamente inseguro" cuando por ejemplo los flujos de energía no son suficientes para garantizar su propio desarrollo económico ni el bienestar social de su población, bien por una interrupción en dichos flujos o por un incremento en los precios que afecta la asequibilidad, genera estancamiento o recesión económica y "Pobreza Energética" en la sociedad. En efecto y para la Dra. Jutamanee Martchamadol, investigadora del Instituto Asiático de la Tecnología (Tailandia) y miembro del LabSE, no se puede diagnosticar una situación de "crisis" sin antes analizar primero el estado de su "seguridad energética". ¡Qué diferencia de criterios con los postulados neoliberales de la energía!

La seguridad energética.


Empecemos pues por definir "seguridad energética", sus variables e indicadores. Se verá que las definiciones aquí brindadas se ubican en las antípodas de la visión mercadista esgrimida por el célebre y ultra crítico grupo de los ex secretarios de Energía, a la sazón asesores del CEO-ministro Juan José Aranguren. Sírvase el lector pues de las definiciones y conceptos en "seguridad energética" recopilados desde diciembre de 2013 y marzo de 2015 por el LabSE-OETEC.

"La [Agencia Internacional de la Energía] AIE define la seguridad energética como la disponibilidad ininterrumpida de las fuentes de energía a un precio asequible. En cuanto a la definición, no está mal, pero es incompleta... Seguridad energética implica la manera de proporcionar equitativamente la disponibilidad de servicios públicos asequibles, confiables, eficientes, ecológicos, gestionados proactivamente y socialmente aceptables para los usuarios finales" (Dr. Benjamin Sovacool - OETEC/LabSE). La tabla 2 incluye las dimensiones, componentes y parámetros de la "seguridad energética" elaborados por el Dr. Sovacool en función de una de las más extensas revisiones bibliográficas realizadas a la fecha.

Nótese como el estudio de dichas dimensiones para la República Argentina son ignoradas por todos aquellos analistas, políticos, etc. que diagnostican una "crisis energética" a nuestro país (deténgase el lector especialmente en la dimensión "Asequibilidad" y sus componentes "estabilidad", "acceso" y "equidad").

La seguridad energética como suministro regular de energía.


"La seguridad energética se define como la disponibilidad de un suministro regular de energía a un precio asequible, mientras que la crisis energética es causada generalmente por la escasez del suministro energético o los aumentos de precios que afectan significativamente la economía e incluso conducen al deterioro económico. En términos generales, la súbita desaceleración económica es causada por una crisis energética.



Comparativamente hablando, la seguridad energética describe la clase de equilibrio normal asequible para un país. Una vez que el equilibrio se rompe, surge la escasez energética que limitará el desarrollo de la economía. Esto significa que la seguridad energética se convierte en una crisis "estado de emergencia".
Comparativamente hablando, la seguridad energética describe la clase de equilibrio normal asequible para un país.

Es factible diseñar indicadores de seguridad energética y luego supervisar la crisis energética comparando con un umbral razonable. La crisis energética del año 2000, también conocida como tercera crisis del petróleo, proporciona un buen ejemplo de una crisis energética" (Dra. Xiaolei Sun - OETEC/LabSE).

La seguridad energética como elemento que puede desencadenar una crisis.


"La seguridad energética intenta manejar o controlar los azarosos elementos que pueden desencadenar una crisis energética. La seguridad energética representa asimismo una estrategia que busca, con antelación, establecer un equilibrio entre las fuentes energéticas que serán utilizadas (renovables y no renovables), las regiones proveedoras (externas o internas), rutas y medios de transporte, tarifas, los regímenes normativos, el respeto del medioambiente, etc., todo con el objeto de mantener un abastecimiento de energía constante que permita a la economía seguir en funcionamiento.

Para esto, también es necesario incorporar la visión del Estado, los privados, la ciudadanía y las Fuerzas Armadas, con el objetivo de generar una estrategia de desarrollo energético que permita reaccionar ante la ocurrencia de fenómenos inesperados sin poner en peligro el normal funcionamiento de la economía y el bienestar general de la población, que es, precisamente, lo que caracteriza a una crisis energética.

En este sentido, la seguridad energética asume la existencia de un consenso respecto de una matriz energética, cuyo acuerdo debe anticiparse a una crisis severa en el futuro... Para medir la fiabilidad de la seguridad energética, primero debe analizarse el nivel de satisfacción como criterio general. Sin embargo, en la actualidad esto no es suficiente por lo que debemos añadir una serie de factores tales como: la estabilidad de los precios, diversificación de fuentes energéticas y rutas de transporte, economía de las inversiones, seguridad física de las infraestructuras, reservas y almacenamiento, equilibrio político y poder militar, eficiencia energética, mercados, sostenibilidad, etc.

Lo anterior se sugiere por cuanto el sistema energético, en general, puede satisfacer todas las necesidades, pero, perfectamente, puede estar sujeto a innumerables tensiones por la peligrosidad de las rutas de transporte, volatilidad de precios, baja legitimación social, etc., lo que constituye un factor de vulnerabilidad que la seguridad energética como indicador puede medir o ponderar si es apropiado asumir" (Lic. Diego Mena Acosta - OETEC/LabSE).

La seguridad energética aplicada a la disposición de las diversas formas de energia.



"En términos generales, la seguridad energética es un concepto o término que se aplica a la disposición de las diversas formas de energía en todo momento y en cantidades adecuadas (o satisfactorias) para apoyar o permitir la operación de nuestro sistema socio-económico. En un caso ideal, la disponibilidad, cantidad, provisión y uso de energía no deberían generar ningún tipo de impacto ambiental irreparable en el medio ambiente.

Además, también se debe tomar en cuenta la necesidad de prevenir los conflictos potenciales, el sabotaje y la interrupción de la producción y el comercio que pueden conducir a aumentos repentinos de los precios, lo que a su vez puede causar efectos económicos, sociales y ambientales negativos que gatillan una crisis energética.

La Agencia International de la Energía.


La Agencia International de la Energía define el concepto de seguridad energética precisamente en términos de disponibilidad física ininterrumpida a un precio que es asequible, respetando al mismo tiempo las preocupaciones ambientales. En su conjunto, éstas son condiciones esenciales que deben ser debidamente analizadas a la hora de saber si un país, región o ciudad es energéticamente segura o por el contrario padece una situación de crisis energética" (Dr. Luis Mundaca - OETEC/LabSE).

"La seguridad energética consiste en la estabilidad del sistema energético en términos de unos flujos constantes y suficientes de energía tales que garanticen el desarrollo económico y el bienestar social de todos los actores implicados en el sistema. Este término engloba la seguridad energética de demanda y la de abastecimiento, desde el punto de vista del país productor y del consumidor respectivamente.

En el primer caso, la seguridad de demanda energética consiste en asegurar las transacciones y el transporte de la energía y, en consecuencia, los beneficios derivados de la actividad. En el segundo caso, la seguridad de abastecimiento energético consiste en la disponibilidad de suministros energéticos de forma continua, en las cantidades necesarias y a unos precios asequibles tales que un país pueda desarrollar su actividad económica de forma ordinaria y mantener el bienestar de sus ciudadanos" (Dra. Beatriz Muñoz Delgado - OETEC/LabSE).

La dimensión de seguridad de abastecimiento.


En cuanto a la dimensión de "seguridad de abastecimiento", la Dra. Joana Portugal-Pereira (OETEC/LabSE) nos explica que "un abastecimiento energético seguro debería ser capaz de proporcionar servicios suficientes, asequibles, estables, ambientalmente sustentables e inclusivos a fin de sustentar las necesidades económicas del país. Muchos investigadores y planificadores han tratado de definir los pilares fundamentales de los sistemas de abastecimiento seguro. En mi opinión, un sistema de suministro seguro debe satisfacer los siguientes aspectos:

a) Disponibilidad: se refiere a la existencia física de los recursos naturales nacionales y controlables en un país, a fin de abastecer las necesidades de la demanda energética. Generalmente se evalúa en términos de dependencia de los recursos importados, la cuota de importación de combustibles fósiles y la diversificación de los recursos energéticos en la cartera de generación eléctrica;

b) Fiabilidad: capacidad de generar una producción de energía en forma constante y adecuada, que sea capaz de satisfacer los picos de demanda sin riesgo de apagones. Este factor es especialmente importante en los países de clima templado, dado que la demanda en las temporadas de verano e invierno alcanza picos mayores que durante los meses de primavera (como es el caso de la Argentina);

c) Desarrollo tecnológico: describe la capacidad de un sistema para generar electricidad de la forma más eficiente y competitiva mediante la adopción de las mejores tecnologías disponibles (BAT por sus siglas en inglés) con elevada eficiencia energética neta;

d) Sostenibilidad ambiental global: mide el impacto de los sistemas de suministro eléctrico en términos de su potencial de calentamiento atmosférico (emisión de gases de efecto invernadero);

e) Protección del medio ambiente local: se refiere al impacto ambiental de los sistemas de generación eléctrica a nivel local, en términos de generación de residuos, contaminación del agua, del aire, etc..;

f) Carácter incluyente: se refiere a la capacidad de los sistemas de suministrar electricidad al 100% de la población, a un precio asequible".



En igual dirección, la Dra. Portugal-Pereira enumera los indicadores que deben medirse para evaluar la seguridad (sostenibilidad) de cualquier sistema de suministro eléctrico nacional: "(i) la garantía de crecimiento económico; (ii) la promoción de la equidad social; y (iii) un impacto limitado sobre el medio ambiente".

La seguridad energética aplicada a garantizar a todo ciudadano el acceso a sistemas sustentables de suministro energético.


"En base a mi estudio de investigación, la seguridad energética consiste en garantizar a todo ciudadano el acceso a sistemas sustentables de suministro energético y a todos los recursos de combustible disponibles (proveedores de energía) para cubrir las diversas necesidades energéticas (demanda) a un precio asequible (o precio aceptable), que posibiliten tener una calidad de vida y actividades sociales de nivel razonable, sin perjudicar el desempeño económico ni el medio ambiente y, a la vez, poder resistir a las amenazas" (Dra. Jutamanee Martchamadol -OETEC/LabSE).

La Dra. Martchamadol nos explica que son siete los componentes principales de la seguridad energética. Note el lector la diferencia abismal con el concepto neoliberal de la energía, así como con los argumentos críticos hacia las políticas energéticas del oficialismo. Los componentes son:

a. Garantizar a todo ciudadano el acceso a los sistemas sustentables de suministro energético y a todos los recursos de combustible disponibles (proveedores de energía). Toda persona goza del derecho y la equidad de acceder a cualquier tipo de combustible (por ejemplo petróleo, gas natural, carbón, energía solar, eólica, hidráulica, mareomotriz, geotérmica, nuclear, hidrógeno, etc.) que esté disponible, desde cualquier proveedor de energía (nacional o internacional) y a partir de una diversidad de sistemas energéticos (p.ej. grandes centrales eléctricas y de transmisión y distribución, refinerías de petróleo/ gas natural y estaciones de bombeo o de la generación descentralizada (energía solar fotovoltaica, parques eólicos, centrales mini-hidráulicas o de biomasa, etc.);

b. Cubrir la diversidad de necesidades energéticas (demanda).

Cada ciudadano tiene el derecho y la equidad de usar la energía necesaria para satisfacer sus requerimientos (por ejemplo, refrigeración, calefacción, iluminación, transporte, etc.). Incluye tanto la calidad como la cantidad de la energía. La calidad de la energía se refiere a las tecnologías de alta eficiencia energética (por ejemplo, los dispositivos eléctricos, cocinas, automóviles ecológicos, sistemas de aire acondicionado, etc.), la calidad de los productos derivados del petróleo (por ejemplo, diésel, gasolina, gas licuado de petróleo [GLP], gas natural comprimido [GNC], biodiesel, gasohol, etc.) y la confiabilidad del sistema de suministro energético. La cantidad de energía depende de la demanda de cada tipo de la misma;

c. Precio asequible (o precio aceptable). Toda persona goza del derecho y la equidad de comprar la energía a un precio asequible, razonable y aceptable;

d. Calidad de vida y actividades sociales de nivel razonable. Toda persona tiene el derecho y la equidad de usar la energía para satisfacer sus necesidades, lo cual le permitirá alcanzar una calidad de vida y actividades sociales de un nivel razonable (por ejemplo, disfrutar de la cultura nacional/ regional/ local, ceremonias religiosas, etc.);

e. Sin perjudicar el desempeño económico. Toda persona tiene el derecho y la equidad de acceder al suministro y al uso de la energía para generar sus ingresos de manera continuada, para mantener sus negocios y sostener la competencia comercial, así como otras actividades que influyan sobre sus actividades económicas;

f. Sin dañar el medio ambiente. Toda persona tiene el derecho y la equidad de acceder al suministro energético y de utilizar la energía de una manera que no afecte negativamente el medio ambiente. Esto incluye la conservación de la energía, la mejora de la eficiencia energética y la promoción de las energías renovables, así como los incentivos al uso de combustibles con menor contenido de carbono; y g. Resistir a las amenazas.

Toda persona le asiste el derecho y debe gozar de la equidad necesaria para acceder al suministro y el uso de la energía antes, durante y después de las amenazas. Las amenazas se clasifican en siete categorías: conflictos, inestabilidad política, ataques terroristas, restricciones a la exportación, accidentes, condiciones climáticas y prácticas monopólicas".

Conclusiones.


A modo de cierre de este apartado, un par de razonamientos. En primer lugar, preguntamos al lector: ¿acaso escuchó por parte de medios de comunicación o en boca de opinadores energéticos dominantes definiciones y conceptos como los aquí presentados?

Cuando se habla de crisis energética para la Argentina heredada por Macri, ¿se la justifica a través de alguno de estos indicadores o conceptos? Seguro compartirá esta conclusión: si hemos de aplicar estos indicadores, la "crisis energética" llegó de la mano de la política neoliberal, en diciembre de 2015.

fuente: Oetec.org

Comentarios

  1. Me limito al útimo párrafo de este estupendo artículo: "Cuando se habla de crisis energética para la Argentina heredada por Macri, ¿se la justifica a través de alguno de estos indicadores o conceptos?" No, evidentemente no hay justificación posible para un servicio carísimo y paupérrimo.

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    Respuestas
    1. @Fausto Baccino. El neoliberalismo es un proyecto político, económico, social y cultural que tiene pretensiones hegemónicas. La sociedad de mercado se reduce a la sumatoria de los comportamientos individuales guiados por la maximización de utilidad y la minimización de costos. El gobierno de Cambiemos implementó en estos tres años y medio diversas políticas neoliberales.
      Escribía Eduardo Galeano en su célebre obra Las venas Abiertas de América Latina, en 1971: “La derecha tiene razón cuando se identifica a sí misma con la tranquilidad y el orden: es el orden, en efecto, de la cotidiana humillación de las mayorías, pero orden al fin; y la tranquilidad, de que la injusticia siga siendo injusta y el hambre hambriento.

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