Los Bosques de Ezeiza fueron inaugurados el 9 de enero de 1949 por el Ministro de Obras Públicas de la Nación, el General Juan Pistarini, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. Conformaban un espacio de recreación para las familias, en 450 hectáreas de un predio que incluía juegos para niños y un área de piletas de agua salada de 130.000 metros, consideradas las más grandes de América. Estos terrenos habían sido transferidos al Estado en el año 1935.
Luego del golpe de Estado de 1955, el predio fue abandonado y entró en franco deterioro. Los gobiernos de facto, primero, y los neoliberales, después, concibieron el mantenimiento y la recuperación del predio como un gasto, y no como una inversión.
En 2008, el Gobierno nacional puso en marcha el plan de recuperación de la superficie de los Bosques de Ezeiza. Actualmente, este espacio donde funciona el Centro Recreativo Nacional (CeReNa), cuenta con más de 3 millones de árboles que constituyen un valioso pulmón verde para la zona.
Más de 350 cooperativistas incluidos en el programa de Ingreso Social con Trabajo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación han realizado distintas tareas de acondicionamiento y recuperación. La totalidad de estos trabajadores están inscriptos al Monotributo Social, teniendo acceso a las prestaciones de las obras sociales y al sistema previsional.
De esta manera, hoy, millones de personas pueden disfrutar de las instalaciones de este predio destinado a la recreación de la familia argentina. Las obras de acondicionamiento, refacción y puesta en valor comprendieron distintos aspectos y sectores:
Mantenimiento: tres cooperativas de 105 personas fueron capacitadas por Profesionales de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata. Se entregó un subsidio para la compra de maquinaria destinada al corte de pasto, poda, rehabilitación de zonas boscosas, remoción de árboles caídos y tareas de limpieza de sectores de uso público.
Infraestructura: se conformó otra cooperativa y se la dotó de un aserradero portátil para construir, con la madera de árboles caídos, recipientes de residuos, juegos infantiles, mesas, bancos, señalización y revestimientos para las edificaciones. También se puso en marcha un secadero de madera con capacidad de 3.000 pies de tablas y tirantes que permite la construcción del equipamiento necesario para los albergues.
Pavimentación: con el apoyo de vialidad nacional se asfaltaron 84 mil metros cuadrados de caminos y se colocaron guarda rail y lomos de burros, dotando a toda la red vial de una óptima seguridad para los vehículos y los peatones. Se colocó, además, una red de iluminación en la totalidad del predio, con el tendido subterráneo necesario, y se instalaron 490 nuevas luminarias.
Recreación: se construyeron de 550 parrillas en hormigón, mesas y bancos para el uso de las familias y de un circuito de 12 mil metros cuadrados para la práctica del ciclismo de paseo.
Albergues y piletas: se llevó adelante la puesta en valor del sector de albergues, de una superficie de 2 hectáreas, así como la limpieza y recuperación de 3 Albergues con capacidad de 450 camas que incluyen un sector de enfermería y baños públicos. También se construyeron 4 nuevos albergues con capacidad para 600 personas y un comedor para 1000 personas.
Baños públicos: se recuperaron 4 núcleos de baños viejos y se construyeron dos sectores de baños con proveeduría y cafetería.
Vivero: se conformó una cooperativa y se la capacitó con ingenieros forestales en la producción de plantas nativas. Durante el lapso de un año, se produjeron 30.000 especies.
Control y asistencia: se formó una cooperativa de “guardias ambientales” y se la capacitó junto a la Administración de Parques Nacionales para realizar las tareas de control de ingreso, prevención de incendios, asistencia al visitante y la articulación con las fuerzas de seguridad.
Plan de prevención y manejo del fuego: se contrató personal del cuerpo de bomberos de la policía de la provincia de Buenos Aires con guardia las 24 hs y se trabajó en conjunto con guardias ambientales en la prevención y supresión de fuegos no deseados. Se pusieron en funcionamiento 2 Motobombas para el combate de incendios y para la carga de cisternas del tanque principal de reserva.
Seguridad: es efectuada por personal de la policía de la provincia de Buenos Aires, con guardia permanente todos los días y refuerzos los fines de semana y feriados.
Actualmente, los domingos se desarrollan en el predio actividades para toda la familia: obras de teatro, recitales, talleres, cuenta cuentos, marionetas, circo, mimos y juegos interactivos, las cuales son difundidas por una radio abierta.
De este modo, el Centro Recreativo Nacional pasó de ser un signo de la ausencia del Estado y de un modelo de país pensado bajo el modelo neoliberal, a convertirse en un símbolo de la recuperación del espacio público y de la implementación de políticas sociales activas, orientadas a la promoción del empleo y la protección de la familia.
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